Durante esos 6 partidos las sensaciones fueron contrastadas: se ganó al Mallorca en el 88 con muchísimo sufrimiento, seguían las dudas pese a la victoria. El siguiente partido despejó todas las dudas, victoria por tres goles a cero contra el Rayo Vallecano, dos partidos seguidos ganados, el segundo de ellos jugando bien. El barco encontraba claros en la tormenta, la moral de los marineros y el capitán subía. Solo faltaban 4 días para llegar al puerto y había que hacerlo muy mal para quedarse por el camino y no volver. Tocaba confirmar la mejoría esta vez fuera de casa, contra un Levante atacado por las críticas sobre amaño de partidos y sin muchos jugadores clave, no era una mala atmósfera para conseguir los tres puntos. Pero al final solo fue uno, bueno para algunos, malo para otros. Personalmente creo que durante ese día se conseguía estar en una zona con claros, aunque rodeado por la tormenta. Lo que menos me gustó fue la actitud conservadora del capitán del barco Jimenez, que peleando con superioridad durante casi toda la segunda parte no se atrevió a ir a por el partido. Durante el penúltimo encuentro contra el Athletic todo empezó con el viento a favor: afición llenando el estadio, gol tempranero a favor...pero llegó el desastre, la tripulación y el capitán se relajaron, tras los cambios de Jimenez llegaron los truenos y la lluvia...al Zaragoza le levantaban el partido en los últimos compases del encuentro...en este momento el barco entró en barrena y navegó sin rumbo, a la deriva...nunca más se supo de ellos, no llegaron al puerto.
Tras 4 años saliendo a navegar y volviendo milagrosamente a puerto, con las velas rotas, y el casco visiblemente dañado, este año no ha podido ni siquiera llegar a volver. Y durante el año que viene se luchará y trabajará para volver a la superficie cuanto antes. Lo que está claro es que el club vive una situación límite tanto en lo deportivo como en lo institucional. Parece que ya hay movimientos para tratar de conseguir un cambio institucional, movimientos que trataré de apoyar puesto que si esto no cambia, no volveremos a ver a ese Real Zaragoza de la gente, ese Real Zaragoza que se recuerda con cariño y caía bien en toda España. ese Real Zaragoza del que hablaba Ander Herrera en la entrevista que le hacen al acabar el partido que condenaba,no matemáticamente pero si moralmente, al club.
Os dejo las declaraciones de las que os hablo, porque este chico me parece un auténtico crack. Se pueden decir las cosas más altas pero no más claras. Esta entrada viene una semana tarde porque si hubiese sido hace siete días habría llegado con lágrimas en el teclado, y es que como dice Ander, el Real Zaragoza nos duele...
