jueves, 29 de agosto de 2013

Hacia lo desconocido

Como si tuviese un deja vu infinito, o como la historia que siempre se repite, se aproximaban las fechas vacacionales y no teníamos nada preparado, ni mirado, ni siquiera pensado!! Después del clásico vagabundeo por varios portales de viajes buscando el 'chollo' del verano sin éxito alguno, y tras varios debates sobre el viaje, el destino elegido fue el Valle de Lot, en Francia. Lot, como dice el título de la entrada es una región totalmente desconocida para la mayoría de los españoles y en general para el turista no francés. El caso es que Chus había descubierto este lugar hace varios años y tenía ganas de conocerlo, y a mi, tras ver varias fotos por internet y comprobar que encajaba a nuestro ajustado presupuesto, me convenció totalmente el destino.

El Valle de Lot se encuentra a unos 550 kilómetros de Zaragoza, alternando autovías, carreteras y autopistas. El viaje de ida lo hicimos parando en Jaca (vermut con varios amigos y compra de lacitos obligada), Olorón, noche en Pau, y Toulouse. Lo planteamos de forma más relajada para el conductor (o sea, para mi jeje) ya que el resto de la semana iba a tener mucho tute al volante. Perdimos una noche en Lot pero a cambio pudimos ver los preciosos Oloron y Pau, y pasar un poco de refilón por Toulouse, tremenda la plaza del Capitole, paseamos un rato por la ciudad y nos recordó un poco a Zaragoza. Toulouse es la capital de la región Midi-Pirineos, región en la que se encuentra el departamento 'Lot', nuestro destino.

Cahors
Nuestro primer contacto con Lot fue la localidad de Cahors, que es la ciudad más importante en cuanto a extensión y demografía de todo el departamento. Por la información que manejábamos no esperábamos demasiado del lugar, allí pasaríamos las dos primeras noches y nos serviría como 'campamento base' para visitar la zona sur del valle. Finalmente, Cahors nos ofreció mucho mas de lo que esperábamos, merece la pena ver desde la lejanía el puente Valentre sobre el río Lot, acercarse a el y pasear sobre el contemplando el río. El paseo por la orilla del río termina en una 'playa' artificial construida en el río. Hay bastante ambiente y actividades para los niños.
Puente Valentre
La segunda parte de la visita a la ciudad hay que centrarla en el casco viejo. Destacaría dos cosas: la Catedral y los Jardines Secretos.
La catedral no destaca en sí misma ni por su grandeza ni espectacularidad, pero si cuenta con un claustro muy chulo, que merece la pena ver.
Los jardines secretos es lo que más nos gustó. Se puede decir que los jardines secretos son una especie de 'juego' que consiste en descubrir una serie de jardines situados en diferentes puntos del casco histórico de la ciudad. Las pistas se encuentran en el suelo, hay que seguir un camino de placas metálicas... o bien mirarlo en el mapa que te facilitan en la oficina de turismo jeje. Los jardines representan eventos, circunstancias, personajes con cierta importancia para la ciudad, algunos son muy chulos y otros no tanto. Pero lo fundamental que consiguen es que te patees todo el casco histórico sin darte cuenta, es decir, descubres la ciudad de una forma más entretenida. Yo me lo pasé pirata!
Jardines Secretos

Bouzies
Esta pequeñísima población se encuentra a unos 30 minutos en coche de Cahors. De lo que es el pueblo en sí, solo vimos un Hotel (tanteado cuando preparabamos el viaje) y un parking (donde aparcamos el coche). Pero sin duda lo más importante y lo más divertido es su puerto fluvial. De dicho puerto parten barcos hacia otros pueblos de la zona como Saint-Cirq Lapopie y además existe la posibilidad de alquilar pequeñas gabarras o pequeños baladines con los que puedes navegar por un tramo de rio. Estos barquitos no necesitan ningún tipo de permiso para utilizarse, en nuestro caso alquilamos durante una hora el baladine y este, tiene un motor eléctrico. La verdad es que el trayecto de 1 hora por el rio Lot con el baladine mereció la pena. Se pueden ver unos paisajes preciosos a las orillas del rio, donde aparece el sendero cubierto que lleva a Saint-Cirq Lapopie. Dicha parte del sendero es bastante recomendable visitarla a pie, intentando explicarlo de una forma coloquial sería una especie de camino excavado dentro de la roca, pero lo mejor es una imagen.
Navegación en río Lot

Sendero Bouzies
Saint-Cirq Lapopie
A pocos kilómetros de Bouzies encontremos la que probablemente sea la población más turística de la parte sur del valle de Lot. Esto lo sabes nada más llegar, cuando ves como están los parkings de los alrededores del pueblo, puesto que en el propio pueblo no se puede entrar con coches (solo propietarios), están a rebosar, y hay que dar alguna vuelta que otra hasta que se vacía el parking de la entrada. Sabes que merece la pena porque la vista panorámica del pueblo que has podido contemplar mientras llegabas es impresionante. Dentro de ella nos encontramos calles estrechas, cuestas, casitas...todo ello con el encanto que da un pequeño pueblecito medieval categorizado como uno de los 'Pueblos más bellos de Francia'.
Saint-Cirq Lapopie
Gouffre de Padirac
En español, grutas de Padirac, es una de las atracciones más turísticas de la parte norte del valle. Ofrece una visita con una duración aproximada de hora y media en la que te vas adentrando en lo más profundo de las grutas. Nunca había estado en ningunas y la verdad es que me gustaron mucho. Se hace una parte a pie y otra en unas barquitas por los pequeños canales por los que se accede a las grutas. No soy un un entendido (ni lo más mínimo) en espeleología y por tanto no puedo entrar en más detalles técnicos. Solo decir que merece la pena entrar y verlo. Las fotos que hicimos tampoco reflejan bien lo que se puede ver allí dentro. Os dejo mejor el link a la web donde se puede hacer una visita virtual que capta mejor lo que hay dentro que las fotos que hicimos.

Loubressac
Otro de los denominados 'Pueblos más bellos de Francia'. Este no es tan famoso como otros y apenas vimos turistas. A mi personalmente me encanto el pueblecito, en el que pese a no parar demasiado tiempo, disfrutamos de un paseo muy agradable. El estilo de las casitas del pueblo (prácticamente idéntico en toda la zona) nos recordó a Hansel y Gretel. Parece un pueblo de cuento.
Loubressac
Castillo de Castelnau-Bretenoux
Este castillo se encuentra en el municipio de Prudhomat, alzándose en lo alto de una colina, dominando el valle. No teníamos pensado visitar el lugar porque no lo conocíamos, pero en uno de los muchos trayectos con el coche lo vimos, conseguimos información en la que decía que se puede visitar y nos animamos a ello.
Se edificó entre los siglos XII y XVII y aun mantiene su torreón y sus murallas. Los interiores no merecen demasiado la pena, no hay nada que llame la antención para ser un castillo de época, se asemejaría a una casa de pueblo amueblada con muebles recargados y antiguos. Pero por fuera es más divertido: visitar el patio interior, la torre desde donde se divisa el valle y pasear por los jardines entre las murallas y el castillo.
Castelnau
Figeac
No vimos demasiado esta localidad, es la localidad más grande en la parte norte del valle de Lot y por tanto tiene más vida comercial, cafés y terrazas. Cuando llegamos a Figeac el cansancio nos invadió y entonces fue cuando vimos el 'trenecito' de la ciudad, ¿que mejor que el 'trenecito' para ver lo más destacable de la ciudad tranquílamente sentados? Nada desde luego. Así que nos subimos in extremis y descubrimos la ciudad con un conductor-guía en frances, no nos enterabamos la verdad, pero el paseo en tren fue muy divertido. Vimos algunas partes de la ciudad que nos gustaron y cuando bajamos del 'trenecito' nos acercamos a pie para poder disfrutarlas mejor. Nos quedamos con ganas de entrar en el museo de la simbología de Champollion, que fue el que descubrió como descifrar los jeroglíficos egipcios cuando estudiaba la Piedra de Rosetta.

Rocamadour
Por fin llegamos a Rocamadour, un pueblo increible. El problema que tiene este sitio es que es dificil que te cuenten como es con palabras, las fotos tampoco le hacen justicia la verdad. Podemos decir que el pueblo forma parte de una montaña, está como empotrado dentro. Tiene parte nueva y parte vieja, en la parte nueva es donde se aparca y la parte vieja es la que hay que visitar. Para acceder a ella bajamos por unas cuestas que hacen forma de 'eses'. En cada extremo del camino encontramos una representación de cada estación del calvario de Jesucristo. De la primera a la última desde abajo a arriba, calvario es subir esa rampa cuando te vas.
Una vez bajas del todo llegas a la entrada de lo más conocido de Rocamadour: el Santuario de la Virgen Negra. Da la casualidad que 2013 es año jubileo y cuando entramos a los santuarios aquello estaba a rebosar. Gente por todos los lados, las campanas sonando y todo era cuanto menos sorprendente. Un grupo de coro cantaba sobre las escaleras de salida del santuario y entrada al pueblo viejo, lo que producía una sensación sorprendente cuando bajas dichas escaleras.
Luego el pueblo es una calle por asi decirlo que va recorreindo toda la montaña, es muy bonito pero mi opinión, lo mejor es una vista desde la lejanía, divisando el pueblo metido en la montaña.
Rocamadour - Vista panorámica

Rocamadour - Santuario

Otros pueblos
Existen otros pueblos de menor interés que los nombrados a los que fuimos, que no tienen tanto que ver pero que son interesantes si pillan de camino o hay que rellenar algún día con una visita y no pilla muy lejos: Puy-L'Eveque y Luzech en la parte sur, y Carennac y Gramat en la parte sur. En este último es donde nos hospedamos las tres últimas noches, es un pueblo bastante agradable, tiene diversidad de sitios donde poder cenar y tiene buena salida hacia la autopista que nos llevará de camino para volver a España.

Algunas notas interesantes:
  • Aunque no parezca que tiene gran cosa, está bien dedicarle una tarde a Cahors. Su mercado tiene fama, el día que nos íbamos estaba el pueblo de coches hasta arriba, así que tiene que merecer la pena.
  • Coge un barquito en Bouzies, es muy entretenido y la mejor forma de ver las orillas del rio. Lo mejor coger uno para llevarlo tu.
  • En Saint-Cirq hay una zona de baño en la parte baja de la ciudad. Sobre el papel tiene muy buena pinta bajar a bañarte, pero nosotros nos desquiciamos tratando de encontrarla (no fue tema de idioma que la de turismo nos dijo como ir en Español) Si no lo encuentras no te empecines, disfruta de la visita y olvídate de baños.
  • Ni se te ocurra olvidar algo de más abrigo para las grutas. Yo fui muy feliz en camiseta de manga corta y acabe congelado y casi pasándolo mal. Algo para el cuello tampoco está de más.
  • Si no dominas el idioma, comer en pueblecitos pequeños me pareció bastante complicado. Acabas pidiendo lo que no crees que es. Donde mejor comimos fue en localidades más grandes y en establecimientos con aspecto más internacional. De todos modos, el payaso con la M está a tiro de piedra en casi cualquier lado.
  • Me pareció muy buena idea lo de coger el trenecito. Una forma divertida de recorrer las partes más interesantes del lugar.
  • Si te gusta conducir y disfrutar del paseo durante la conducción, este viaje es perfecto. Los paisajes son muy bonitos, además del obligado paso por el pirineo para ir y volver. Si no te gusta conducir o lo único que te gusta de ello es llegar a los sitios, este viaje se te hará un poco pesado.