lunes, 7 de septiembre de 2015

El falso extremo

En la rueda de prensa de ayer, Ranko Popovic comentaba que había pedido a los extremos que se metiesen más por dentro para ayudar en la creación de juego a los medio centros. Como apunta el serbio, tanto Jaime como Pedro estuvieron muy pegados a la línea durante casi todo el partido, el segundo bajó a la base de la jugada en algunos momentos durante la segunda parte, los mejores minutos del equipo.

Y es que si con Jaime este plan no es tan factible por características del jugador (rápidez, verticalidad...), con Pedro si lo parece, puesto que posee mayor temple y pausa en sus conducciones, dejando movimientos tanto verticales como horizontales. De hecho los mejores minutos asociativos del equipo en estos tres partidos se han podido ver en los primeros compases del debut frente al Mirandés, cuando el aspense bajaba a la altura de pivotes para juntarse con ellos y con Aria para llegar a porteria contraria combinando.

Este falso extremo no debería ser un plan en si mismo, debe ser un recurso que en momentos puntuales rompa con el guión y ofrezca una salida de balón diferente. El problema surge cuando este recurso se convierte en la única forma de crear ocasiones...o casi la única puesto que contra el Almería se vieron buenos minutos de ocasiones cuando el equipo cargó el área con un juego más directo, pero esto debería ser también un recurso puntual. Y la causa la podemos encontrar principalmente en que el doble pivote planteado por Popovic no tiene, al menos de momento, la capacidad para ordenar ofensivamente al equipo (si consigue el orden en fase defensiva), ni Wilk ni Dorca tienen grandes habilidades en superar líneas con sus pases ni de realizar conducciones hasta la zona donde asociarse con el media-punta. Con estas premisas, poco sentido tiene jugar con un media-punta de las características de Aria Hasegawa, puesto que su gran habilidad es ayudar a la conducción de los compañeros mediante paredes y primeros toques generalmente acertados, aunque estériles por el momento. Mucho trabajo tiene el técnico serbio para resolver el problema de la salida de balón, si no quiere que el falso extremo se convierta en su principal recurso para lograrlo, ojalá lo consiga.