domingo, 1 de diciembre de 2013

La venganza de la Orange



Ya han pasado 25 años, yo no recuerdo ver este partido en directo, tendría cinco años y medio entonces. Se disputaba en Hamburgo una de las semifinales de la Euro 88, celebrada en Alemania Federal. El país anfitrión se enfrentaba a Holanda, partidazo. El precedente con mayor importancia con estos protagonistas se situaba en la final de la Copa del Mundo de 1974, campeonato también disputado en Alemania. En aquella ocasión los Cruyff y Neeskens no pudieron con los Beckenbauer y Gerd Muller, que acabarían levantando la copa con un gol de este último.

En el 88 las cosas pasaron de forma parecida pero con diferente desenlace. Azkargorta acompañaba al incombustible José Ángel de la Casa en la retransmisión de TVE, no se mojó en el pronóstico el técnico vasco. Aunque sí dejó claro que Holanda tenía a su favor un fútbol más asociativo y vistoso, pero que todos conocemos el oficio de Alemania. Y la verdad es que no se equivocó en nada, Holanda practicó un fútbol más alegre y combinativo durante prácticamente todo el partido y mereció la victoria, como finalmente ocurrió.

Once inicial Holanda en las semifinales de la Euro 88 (bundesfanatic.com)
                                 
Holanda tenían materia prima para jugar como jugaba. Desde la parte central de la defensa sacaban el balón jugado a la perfección Frank Rijkaard y Ronald Koeman. Y si había que jugar en largo este último era el mejor. Menudo desplazamiento en largo tenía el central rubio. El fue el encargado de convertir la pena máxima que empataba el partido.

En la parte ancha destacaban jugadores como Wouters, Vanemburg y por encima de ellos, el hermano mayor de Ronald, Erwin Koeman. El mediocampista holandes del Malinas (Campeón de la Recopa del 88) no paró de llegar desde atrás y de crear peligro, que gran llegador!!

En la parte de arriba se situaban Ruud Gullit y Marco Van Basten...¡Ruud Gullit y Marco Van Basten! ¡El Balón de Oro de 1987 y el que sería Balón de Oro en 1988 (entre otros)! El segundo punta de las rastas y el bigote no hizo un partido especialmente brillante pero salto, peleó, bajó y cabeceó todos los balones que pasan por su lado, incansable. Lo de Van Basten fue una cosa muy grande, lo hizo todo: provocar el penalti del empate y marcar el gol que finalmente daría el pase a la final. Estamos hablando de un delantero de una dimensión brutal a sus 24 años.
Fuente imagen: www.oldschoolpanini.com
Por la parte germana como siempre un equipo compensado, ordenado, táctico y con pocas fisuras. Kohler, Brehme, Matthäus, Völler y Klinsmann componían una columna vertebral que sería la base del equipo que conquistó el mundial en Italia dos años después. Pero por lo que respecta a este partido contra la orange, solo el joven de 23 años Jurgen Klinsmann estuvo a la altura. Me sorprendió gratamente el partido del delantero alemán. Velocidad, decisión y responsabilidad, directo a portería...Jurgen lo intentó durante todo el partido sin éxito pero dejó grandes sensaciones y la seguridad de que iba a ser un delantero puntero de ahí en adelante.

Antes comentaba que las cosas pasaron de forma parecida que en el 74, y es que en aquella final los que se adelantaron de penalti fueron los holandeses, mientras que los alemanes empataron de penalti y remontaron por medio de su goleador Muller. Esta vez el desenlace fue diferente, y es que parece que los de naranja urdieron su venganza, cual Conde de Montecristo, de la forma más minuciosa posible, ya que fue Holanda la que igualó de penalti el primer tanto de Matthäus, que curiosamente también había sido de penalti. Y Van Basten, el goleador del equipo, fue el que selló la remontada, el que culminó la venganza de la Orange.

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